Entrevista a Las Otras Historias

UNA ROMÁNTICA EN LA WEB

Autor: Marcela Nestler para Living Cultural

¿Quién no ha encontrado alguna vez, entre las páginas de un libro, una servilleta, una carta, un envoltorio? A veces esos objetos son descubiertos y renacen recuerdos. Otras veces encierran una historia desconocida para nosotros, pero siempre guardan una anécdota para la persona que por algún motivo, decidió dejarlos ahí, a la espera de ser encontrados.

María Victoria Duche decidió reunir esas historias para que fueran compartidas. Desde la web wwww.portallibro.com construyó su propia galería: hizo real la propuesta romántica y se encontró con que no era la única que disfrutaba de estos relatos. "Es una gran satisfacción abrir mi casilla de correo y encontrarme con una imagen bajo el texto ‘esto lo encontré en mi libro de historia de primer año, y aún lo conservo'. Los recuerdos perdidos entre las páginas, nos muestran que hubo alguien antes que nosotros, que disfrutó de lo mismo que ahora nos toca apreciar y que, de paso, nos dejó parte de su propia historia. Si lo visitantes nos definen como una galería curiosa, un catálogo histórico o un homenaje a lectores de antaño, es cuestión de cada uno. En verdad somos las tres cosas, y es un orgullo que otros disfruten de este trabajo.", nos cuenta.

-¿Cómo surgió la idea de reunir estos objetos encontrados?

La idea surgió a raíz de nuestro trabajo. De cada diez libros usados, al menos tres tienen un "polizón" entre sus páginas. Algunos objetos no son más que señaladores improvisados, como pedacitos de papel. Pero a veces, las pequeñas maravillas que puede esconder un volumen desgastado, merecen atención especial. Y con ellas surgió la idea ¿Por qué no homenajear esta vez a los lectores? Detenernos en esta conexión atemporal y fortuita que une diferentes vidas a través de un libro. Porque existió desde siempre. Porque es mucho más íntima y fascinante por el simple hecho de que nace a partir de un descuido. Mirar a los libros como cofres, guardianes, cómplices de una segunda historia.

Sin duda la responsable de este emprendimiento fue una florcita de los Alpes. Llegó a mis manos en un tomo de historia. Por lo que narra la tarjeta donde viene adherida la flor, un soldado italiano, en plena guerra, quiso hacerle llegar a sus seres queridos un dulce presente en medio del horror que estaban viviendo. El destino (o el despistado que vendió la biblioteca de sus progenitores) quiso que me topara con este recuerdo. Tan tangible, tan triste y esperanzador que casi parece escapado de una novela. Esa flor es el logo de la Galería de Objetos Encontrados, porque resume todo lo que estamos intentando transmitir... (continúa)

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